El agente topo

¿Quién dice que no se puede trabajar en la tercera edad?

Me quito el sombrero ante la nueva película de Maite Alberdi, directora chilena con tres largometrajes a sus espaldas que ha cautivado a la crítica de medio mundo con esta historia entrañable, divertida y ocurrente. Una inusual cinta de espías ambientada en una residencia de la tercera edad a la que llega un octogenario contratado por una agencia de detectives. Su misión: investigar el trato que reciben los ancianos sin levantar sospecha. Con su adorable personalidad, el improvisado espía no tarda en ganarse la amistad y el corazón de todos los residentes. El final… hay que verlo;-)

No lo dudes, mira el tráiler aquí y emociónate un poco.

La película cuenta con una nominación al Goya en la categoría de mejor película de habla hispana, una nominación a mejor documental en los Independent Spirit Awards, y es candidata por Chile a los Oscar de Hollywood.

Para la directora Maite Alberdi, “la idea surgió de atreverme a hacer un documental sobre un detective privado, un terreno relegado a la ficción. En un momento de gran consumo de redes sociales, donde todos nos pasamos investigando nuestro entorno sobre algunos temas que bien se podrían resolver conversando. Escogí a un espía anciano en un entorno tan cotidiano y reducido como es una residencia de ancianos. Me interesa la tercera edad porque permite construir relatos universales y particulares. La premisa de la película es una comedia, el anti-espía, por su falta de oficio. Más de 300 horas grabadas. En cierto sentido, el trabajo del documentalista se parece al del agente espía: esperar a tener pruebas, esperar a que salgan las escenas. El detective y la documentalista observamos cómo otros viven”. Mi interés es construir un documental policial, que empieza pareciendo una ficción tradicional sin serlo. La misión del detective y su agente, se acercan en un inicio a una narración tradicional. Pero en el camino, se llevan a cabo revelaciones procedentes de un documental de observación, sobre lo que el agente topo experimenta dentro del hogar, más allá de la misión asignada. El supuesto abuso en la casa de retiro no es más importante que la experiencia de vivir la vida de otra persona en ese lugar. Espero cruzar la ficción policial tradicional con un documental de observación, retratando un microcosmos social a partir de una estructura narrativa de género, construyendo el humor a través del contraste: un policía en un hogar sin actividad ilícita, un anciano detective privado, etc. El drama de los hechos me permitirá construir una historia que transmita de manera original, una profunda reflexión sobre el estilo de vida de los ancianos hoy en día”.