El brujo conquista al público de Santander

El veterano actor y dramaturgo, moderno juglar y clásico monologuista, ha presentado en el Teatro Casyc su nueva obra, en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Con un prudente y medido aplauso ha recibido esta noche el público santanderino a Rafael Álvarez, El Brujo, Premio Nacional de teatro y VIII premio La Barraca a las Artes Escénicas de la UIMP 2015. El aburguesado espectador, como él mismo define en este nuevo espectáculo que hoy ha presentado en la capital cántabra, se ha tomado su tiempo para rendirse a su ingenio, y tal vez por ello el final ha sido más apoteósico y gratificante, con todo el público en pie dando palmas y bailando al ritmo de Máster KG y su exitoso tema Jerusalema. No es para menos.

Los Dioses y Dios es un alegato a favor del ser humano, con sus virtudes y sus defectos, que nace en una comedia clásica de título Anfitrión, escrita por Tito Maccio Plauto allá por el año 188 a.C. Para la inmensa mayoría un desconocido, para unos pocos un gran dramaturgo y comediógrafo, autor de inigualables obras como Pseudolo, Menecmos, Cistrellana o Anfitrión.

Aprender con El Brujo un poco de historia y un poco de filosofía es un placer porque funde ingeniosamente gags de la antigua Grecia, de Roma y de la mitología con otros de la actualidad más candente. Los chismes de Mercurio, Venus o Hércules se entremezclan con la cumbre de la OTAN en Madrid, la longevidad de la reina Isabel II o los discursos placebo de Fernando Simón durante la pandemia y el resultado es tan disparatado como elocuente y divertido.

Minuto a minuto se escuchan más risas en el patio de butacas y antes del ecuador de la obra el exigente y versado público de Santander, está rendido a sus pies. Los mismos pies que al final del show bailan al ritmo de Jerusalema. Señor Álvarez, gracias por recordarme que los monólogos no tienen por qué ser banales. Ahora que la filosofía sale de las aulas, me parece genial que personas como usted la saquen a la calle y la suban a las tablas del teatro. La comedia, como dice usted, es del pueblo, y la cultura, por qué no, también.

Publicado por Eva Llorente

Comunicación y marketing de contenidos culturales

Deja un comentario